Juan León y Castillo (Telde, Gran Canaria, 1834-1912) fue una de las personalidades más destacadas en la vida pública isleña en la segunda mitad del siglo XIX y principios del XX, en una época en la que se fraguaba el futuro administrativo del Archipiélago Canario. Juan, más que como político, es recordado como el ingeniero jefe de Obras Públicas, diseñador y ejecutor de grandes y novedosos proyectos.
Juan, nace en Las Palmas de Gran Canaria en 1834, trasladándose a los dos años con su familia a la ciudad de Telde.
En 1850 se trasladó a Madrid para estudiar en la Escuela de Ingenieros, Caminos, Canales y Puertos hasta 1857. De regreso al Archipiélago, trabaja bajo las órdenes del Ingeniero jefe Clavijo y Pou, iniciando su carrera profesional. Desde muy pronto se encarga de la práctica totalidad de los proyectos de obras públicas para Gran Canaria, Lanzarote y Fuerteventura. Surgen entonces obras tan novedosas como la Cárcel de Las Palmas (1863), el Lazareto de Gando (1893) o el Faro de Maspalomas (1891), entre otras.
Fue el autor e impulsor, junto con su hermano Fernando León y Castillo, del proyecto del Puerto de La Luz, aprobado en 1862, siendo Fernando ministro de Ultramar con el gobierno de Sagasta. En 1868 Juan también formó parte del Partido Liberal, al que acompañó en su carrera política en las Islas, bajo el lema “Todo por Gran Canaria”.
Dirige las obras de las vías que comunicarán a la capital de la isla con Telde, Moya, Agaete, Agüimes, Teror… y puertos como Las Nieves de Agaete y Sardina del Norte.
En 1881 presenta el proyecto definitivo del Puerto de Refugio de La Luz de Las Palmas, iniciándose las obras en 1883.
Muere en la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria en 1912 sin haberse reconciliado con su hermano Fernando, al que siguió fiel a pesar de la incomprensión mutua.
Entre otras condecoraciones poseía la Gran Cruz de Carlos III.
Obra
Juan León y Castillo realizó a lo largo de su longeva vida cientos de informes y estudios técnicos, propios de su carrera como Ingeniero de Caminos, Canales, Puertos y Faros. Asimismo, dejó para la posteridad un libro manuscrito que tituló Mi vida, y que de forma parcial ha sido publicado a través de los estudios de Juan Francisco Martín del Castillo en Ciencia y Política en el pensamiento de Juan León y Castillo (1994); así como el realizado por A. Sebastián Hernández Gutiérrez, El ingeniero Juan León y Castillo (1995).